Viaje a la memoria. Un recuento personal

Otto Granados Roldán

Viaje a la memoria es un detallado recuento personal de las décadas (1980-2018) en que Otto Granados Roldán participó de la vida política, y de los acontecimientos, circunstancias y episodios que le correspondió ver y vivir desde diversas posiciones.

En este libro, el autor combina la microhistoria, el análisis, la observación psicológica y la crónica. Explica y razona decisiones, cuenta muchas cosas, incluidas por supuesto algunas confidencias y ajustes de cuentas, para entregar un relato ordenado y puntual, divertido e irónico, de sus experiencias en la arena pública trabajando para don Jesús Reyes Heroles y el presidente Carlos Salinas de Gortari o como gobernador de Aguascalientes, embajador en Chile y secretario de Educación Pública. También repasa la cruda competencia por la nominación presidencial en 1987; la complicada relación con los medios; la candidatura de Luis Donaldo Colosio, su asesinato y reemplazo; la ruptura de Ernesto Zedillo con su antecesor; los paralelismos con el México actual, la manera en que se camina por la cuerda floja de la política en ese contexto nacional tan accidentado, y la extraña sensación de dejar el poder, saltar al vacío, sobrevivir y tratar de reinventarse.

Con perspicacia y agudeza, Granados Roldán disecciona los perfiles de personajes que conoció y trató, intenta captar los resortes que los mueven, el modo en que influyen sus biografías o sus fantasmas personales, y explora la manera en que el ciudadano se conduce ante los que parecen tener poder e influencia. Finalmente, es una mirada a la política, esa actividad fascinante en la que se vive con la adrenalina a tope, pero que puede contribuir a hacer la diferencia en la vida de la gente.

Opiniones

Esta obra de Otto Granados es en realidad tres libros en uno: los hechos, las reflexiones sobre el sentido de la vida en política y un manual para una acción basada en valores. Apta para todo público, particularmente para jóvenes que quieran dedicarse al oficio público.

Luis Medina Peña, CIDE

Viaje a la memoria parece una novela entrañable, un relato que se lee con avidez acerca de los apasionantes entresijos del poder y la política en México en los que al narrador le tocó vivir y actuar.

Silvia Molina, Academia Mexicana de la Lengua

Las obras autobiográficas de políticos mexicanos suelen ser solemnes e insustanciales. Este libro es todo lo contrario. Con equipaje intelectual sólido, ofrece un recuento claro, franco y con sentido del humor. Granados es un ejemplo de esa rarísima pero feliz combinación de buen escritor, político exitoso y memorialista ágil.

Raudel Ávila, El Universal

 

Fragmentos ilustrativos

«Hacer campaña es poesía, pero gobernar es prosa.»

«Cualquier provinciano al que le guste la política suele alojar en alguna parte de su mapa de navegación la idea de ser algo importante en el lugar en que ha nacido.»

«Lo relevante es sentirse amado y admirado. Así, los políticos se obsesionan hasta la saciedad con la creencia de que la popularidad es el bien supremo del cual derivan todos los demás: crecimiento, desarrollo, equidad.»

«A las sociedades de baja intensidad les gustaría que la varita presidencial las dotara mágicamente de riqueza y felicidad; y algunos gobernantes quisieran tomar las decisiones drásticas, complejas e impopulares de subir impuestos, privatizar empresas y recortar gastos y, pese a ello, que la gente los cubriera de alabanzas.»

«Un presidente desorganizado, incompetente o mentiroso, poco disciplinado, irascible ante los medios, y un gabinete que no ofrece resultados concretos en términos de las políticas públicas que le importan a la gente, son el enemigo número uno del jefe de prensa.»

«En un país con tantas asignaturas pendientes como México, la eficacia de los gobiernos depende de decisiones y reformas que con frecuencia son duras, complejas, impopulares y electoralmente costosas.»

«Más que el dinero o los placeres del sexo, el poder es adictivo, desnuda como ninguna otra cosa el carácter y el temperamento —y sus distorsiones—, potencia las hormonas, y conduce a veces a los peores excesos y maldades, pero también a sus más altas virtudes y cualidades.»

«A lo largo de mi vida he conocido a muchas personas para las cuales la política era la única y exclusiva razón de vivir. Supongo que no fue mi caso y desde el punto de vista más personal e íntimo tampoco fue la actividad en la que crea haber experimentado las dosis más altas de felicidad.»

«Las virtudes y los valores que guían al buen hombre, al ciudadano de a pie o al intelectual puro no son los mismos que norman la política ni son los exigibles a los que se dedican profesionalmente a ella.»