La democracia en tinieblas

José Woldenberg

La preocupación por el rumbo del país es expansiva. Cada vez más personas se dan cuenta que el gobierno mexicano desea reconstruir un régimen autoritario sin que, por otra parte, se vean siquiera algunos signos alentadores en materia de revertir la pobreza, y no se diga nuestra ancestral desigualdad social.

El presente libro intenta ilustrar la regresión política que estamos viviendo. No es por desgracia una especulación. Los signos que emergen de la presidencia son inequívocos. Si a lo largo de varias décadas México fue edificando una germinal democracia, ahora parece que mucho de lo construido se pretende destruir. No es sólo que no se comprenda o valore la diversidad política que modela al país, sino que se quiere alinear a una comunidad masiva, heterogénea, plural, bajo la voz de mando de una persona.

Fragmentos ilustrativos

«Democracia o autoritarismo es una tensión que acompañó a buena parte de nuestra historia. Y hoy, de nuevo, de manera triste y contundente, reaparece con toda su crudeza.»

«Estamos volviendo a rituales de la política que parecían superados. Al parecer se añoran no pocas fórmulas de la política de mediados del siglo pasado.»

«La evidencia nos dice de manera contundente que la Constitución no significa nada para la coalición gobernante. Y quien no vea el peligro es o se hace el ciego o por supuesto es beneficiario de lo que está sucediendo.»

«Llama la atención que el Presidente siga pensándose a sí mismo como la voz del pueblo, como si éste se expresara a través de él, como si esa constelación heterogénea que es el pueblo pudiera tener un solo sentir y un solo candidato.»

«Nadie puede ganar todo, porque en el país laten intereses, ideologías, esperanzas y sensibilidades distintas, y el único régimen que puede darles cobijo es el democrático.»

«He escuchado a algunas voces justificar a la actual administración señalando que por lo menos se ocupa de los más pobres y marginados. Quizá en el discurso y con las transferencias monetarias (insuficientes). Pero en los hechos todo parece indicar que la sociedad mexicana en su conjunto tiende hacia abajo.»

«El debate en el espacio público se está adelgazando. Los razonamientos son sustituidos por dichos mecánicos, los hechos por datos inexistentes, la complejidad de nuestros problemas reducidos a fórmulas simplistas, la diversidad de opiniones realmente existente convertida en dos bandos impermeables.»

«La revocación de mandato es una mala idea. Se enuncia de una manera incontrovertible: “quien pone debe tener la facultad de remover” y está envuelta en el aura luminosa de los mecanismos de democracia directa.»

«México se encamina a una gran operación de simulación cuyo único objetivo es dar gusto a una obsesión o a un antojo de nuestro Presidente: las ganas de volver a plantearle al país un dilema inexistente: conmigo o contra mí.»

«La agenda feminista no es sólo pertinente sino necesaria si es que queremos construir una convivencia medianamente armónica.»