Collages

Anaïs Nin

  • ISBN: 978-607-8564-09-5
  • Precio aproximado: $230.00
  • Presentación: Impreso
  • Número de páginas: 176

Un colorido tapiz imanta esta novela de “vuelos y vertiginosas transiciones” —apunta su relato— como una caja de sorpresas donde conviven la voluntad y el azar en escenarios cambiantes (Austria, Holanda, Francia, Marruecos, México, Estados Unidos), con personajes y situaciones que se intercalan o disuelven por la gracia de lo inesperado y reverberan a través de un estilo proclive a los efectos o destellos impresionistas. Novela digresiva o derivativa, combina materiales “de todas las texturas” bajo la certeza —citada del Corán— de que “nada nunca está terminado”.

“En mi escritura —señaló Anaïs Nin— he buscado desenmascarar al ser profundo que se encuentra oculto tras el ser que mostramos al mundo. He escrito sobre artistas (hay muchos en Collages) porque su libertad personal es más grande. No obstante sus neurosis, ellos saben cómo crear sus vidas y transformar la realidad”.

—Roberto Diego Ortega.

Fragmentos ilustrativos

«Nadie debería ser forzado a cargar el ser inacabado de otro.»

«Renata se preguntaba si no estaría riendo por dos personas, riendo por ella pero también por su madre, quien nunca reía. Renata reía hasta cuando tenía ganas de llorar.»

«¿Qué hace uno cuando lo han apartado catorce veces de su verdadero ser, no dos, o tres, sino catorce veces alejado del centro?»

«En toda relación, tarde o temprano, hay una escena de litigio. Acusaciones, contracusaciones, un juicio, un veredicto.»

«Nada perdura, a menos que primero sea convertido en un mito, y la gran ventaja de los mitos es que son mujeres con raíces transportables.»

«Pude ver por qué habías hecho a tus mujeres transparentes, y las casas abiertas como encajes para que el espacio y la libertad pudieran soplar a través de ellas.»

«Todo novelista sabe que en un momento u otro será confrontado por la reencarnación de uno de sus personajes.»

«He amado con frecuencia a hombres que todavía no nacen.»

«Renata, la otra noche me impresioné profundamente al darme cuenta de que si amas a alguien más con todo cariño, por ejemplo, mis padres, mi hermana… no puedes ni siquiera tener la última libertad que has de poseer, la libre decisión de la muerte…»

«Antes de que tomara el químico llamado LSD era como si la luz, el color, el olor y el tacto no pudieran alcanzarme.»