José Alvarado. Antología

José Alvarado

Margarito Cuéllar

Prosista ágil, de frases cortas pero certeras y a veces demoledoras, y con fino sentido del humor, Alvarado prefirió ser fiel al principio de Pascal: “Mucho más bello es saber alguna cosa de todo, que saberlo todo de una cosa”. Con el paso de los años, su obra literaria se lee como un parteaguas en su obra periodística, ya que como narrador prefiere mantener a sus personajes inmersos en un realismo humano, más propio de la crónica periodística y el relato que de la ficción.

El detalle de lo cotidiano, el color de la lluvia, la soledad de una calle, el destello de una noche en una ciudad, le fueron suficientes para disparar crónicas certeras y pequeños ensayos que moldean el periodismo mexicano de la segunda mitad del siglo XX.

Alvarado supo hacer del pan de cada día la morada del periodismo. No una escritura de desecho ni para aderezar los sinsabores del poder; no una prosa al servicio de los bajos fondos de la política.

—Margarito Cuéllar

Fragmentos ilustrativos

«Llegó de pronto una época en que todos los lectores se pusieron a escribir. Y el mundo se llenó de novelas, de tratados, de ensayos, de poemas y de notas. Los escritores, justamente indignados, escribieron aún más. Entonces fue cuando las cosas llegaron a su más graciosa perfección porque ya nadie tuvo necesidad de leer.»

«Yo de mí, sólo sé decir que si me fuera dado recobrar la adolescencia, me presentaría otra vez en una redacción, esperanzado y temeroso, con una cuartilla incipiente. No cambio por ningún otro el oficio de periodista, ni me he arrepentido un solo segundo.»

«Si es cierto que en todas las ciudades fronterizas hay lugares que no son precisamente propicios a la meditación, ni adecuados para preservar las alas de los ángeles, también es verdad que viven bajo sus techos millares de hombres que se afanan y construyen, comen su pan con las manos limpias y, sobre todo, llevan piedras y arena a los muros de México.»

«El reportero está frente a la sustancia de una novela prodigiosa. La vida cobra todas las formas posibles, movida por apetitos, voluntades, amores y sueños.»

«La presencia de una muchacha como directora de una pandilla de “rebeldes sin causa”, alarmará, sin duda, a los moralistas pero tranquilizará a los sociólogos: si la mujer ha llegado hasta todas las actividades públicas no tiene por qué no participar en la delincuencia en categoría eminente.»

«En México la muerte es mestiza. Nos viene de los duelos ibéricos y los lutos indígenas, se cubre con cempasúchiles y se llora con lágrimas de la contrarreforma.»

«¿Ha estudiado alguien el alma de quienes se pasan buena parte de su vida metidos en camiones, víctimas de apreturas, tufos, pisotones, codazos, impaciencias, calores, injurias y retardos?»

«Jorge Luis Borges ha cumplido setenta años, pero casi todos sus libros conservan una vigorosa, enérgica juventud, la de un idioma elaborado para ceñir el tiempo y la fantasía, la inteligencia y las adivinaciones.»