Un soplo en el río

Héctor Aguilar Camín

Un soplo en el río es la breve, intensa y magnética historia de un amor desdichado, que se busca y se añora a sí mismo en todas partes, bañado por una necesidad casi física de trascendencia. Es también la parábola de una generación, el recuento de una época cuya búsqueda de un mundo justo dejó en sus perseguidores una cauda de heridas y fracasos.

En los destinos que corren como un río por las páginas fraternas de esta novela, flotan los despojos de la utopía y los sueños de la historia. También los hilos de la fidelidad y el recuerdo, los poderes reparadores de la amistad y el pulso invencible de la vida, rehaciendo sus enigmas frente al muro sin respuestas de la muerte.

“Eso era el año 87, aclaró Salcido. Su gran año como burócrata de la salud pública. El año en que potabilizaron el agua de todo su estado y erradicaron las endemias que quedaban y que se habían mantenido, marginales pero estables, durante las últimas tres décadas. Fue ascendido de director a secretario de salud del estado. Trabajaba como un poseído, discutiendo todo el tiempo en su cabeza con aquellos hospitales clandestinos donde podía seguir Rayda, compitiendo con ella en una estadística imaginaria de redención. ¿Quién repartía más bienestar? ¿Rayda en la guerrilla o él en su acción de salud pública desde el gobierno?”